domingo, 26 de julio de 2009

Instalar Windows desde cero

Este trabajo combina la utilización de varias herramientas: respaldos, particiones, etc. para mantener nuestra PC siempre en óptimo estado, sin tener que reinstalar Windows cada vez que se vuelva lento el ordenador. Además, es una forma de mejorar el funcionamiento del sistema operativo sin tener que agregar nuevo hardware de mayor capacidad.

Causas del deterioro del rendimiento del sistema Windows

La inevitable fragmentación de archivos cada vez que realizamos una tarea en el ordenador, retarda el acceso del disco duro a sus archivos. Siempre que pasamos algunos meses usando nuestra instalación de Windows, nos sucede lo mismo de siempre: el disco duro es cada vez más lento, y el desfragmentador no puede arreglar completamente el problema.

Las aplicaciones también presentan cierto retraso, ya que el constante cambio de configuraciones y la acumulación de archivos innecesarios que alojan en el procesador y la memoria elementos que solo complican el funcionamiento de nuestro sistema. Siempre nos gana la tentación de probar ese programa que “facilitará nuestras actividades”, aunque luego nos decepcionamos y lo desinstalamos, dejando un rastro más para entorpecer el sistema operativo.

En fin, sabemos que con el simple hecho de utilizar el ordenador, se volverá cada vez más lento, aunque tratemos de cuidarlo. ¿Y como volvemos a optimizar su funcionamiento? Lo único que funciona es reinstalar Windows, y todos los programas y configuración que habíamos acumulado.

Para evitar el cansancio y hasta miedo (por la pérdida de información) que nos causa esto de instalar Windows desde cero, podemos seguir este sistema que nos facilitará la tarea.

Necesitarás reinstalar Windows, instalar tus programas y hacer un respaldo del disco duro al terminar. Una vez terminado, este respaldo nos servirá para restaurar de manera efectiva nuestra información en unos solos minutos cada vez que necesitemos, sin tener que reinstalar todo de nuevo. Necesitas un disco duro de 20 GB o más, con todo su espacio disponible. Puede ser el mismo donde tienes ahora tu instalación de Windows. Si tienes dos discos duros es mejor, pero te basta con uno.

Entonces, si ya tenemos la PC muy lenta hasta enfurecernos, no hay mejor solución que formatearla. Primero debemos respaldar la información que tiene ahora el disco duro. Se recomienda hacer un respaldo completo del disco duro, para ello necesitamos un disco adicional de igual o mayor capacidad. Si no tenemos, bastará con guardar en otros medios la información personal valiosa. Yo utilizo el Norton Ghost para hacer respaldos completos de disco, es el que recomiendo para este respaldo y los que siguen. Para simplificar este manual no incluyo los pasos para respaldar con este programa, pero es muy fácil de utilizar.

Ahora a instalar Windows

Si tienes un disco duro adicional, instala Windows normalmente. Uno de los discos te servirá para respaldar la nueva información. Si solo cuentas con uno: al momento de instalar, el programa de instalación de Windows te dará la opción de eliminar la partición actual, elimínala; ahora puedes crear una nueva partición, pero establécele un tamaño 10000 Mb (±9.8 Gb); te sobrará espacio, utilízalo para una segunda partición.

Instala Windows en la primera partición que creaste. En ésta partición sólo vas a tener el sistema operativo y programas instalados, por lo que 9.8 Gb son suficientes. Tus archivos de música, documentos, etc., estarán en la otra partición.

¿Por qué utilizar dos discos o particiones? Para que la restauración de archivos sea efectiva, necesitas hacer respaldos completos del disco duro, así al restaurar tendrás exactamente la misma funcionalidad del sistema. Para hacer un respaldo completo, el archivo de respaldo tiene que guardarse en una ubicación diferente al disco o partición a respaldar, así mismo el programa que realiza el proceso de respaldo necesita ejecutarse en una unidad adicional, que puede ser este otro disco o partición.

Es importante tener la carpeta Mis Documentos en la partición 2, para que no pierdas tus archivos personales cuando realices una restauración del sistema a partir del respaldo.

Para ello, en el Explorador de Windows, haz clic derecho en la carpeta Mis Documentos ---> Click en Propiedades ----> En la ficha Destino, click en el botón Mover… ---> Busca la nueva partición y en ella crea una nueva carpeta con el nombre de tu preferencia.

De esta manera, tus nuevos archivos que guardes en Mis Documentos quedarán almacenados en esta carpeta.

Ahora tienes que utilizar con mucha más frecuencia el desfragmentador. Existen desfragmentadores mejores que el predeterminado de Windows y gratuitos, como el JkDefrag (http://www.kessels.com/JkDefrag/).

Después de instalar Windows, ejecuta el desfragmentador.

Configura Windows: los elementos del Escritorio, idioma del teclado, Opciones de Carpeta, Opciones de Internet, etc. como más te convenga. Instala algunos programas, los que creas más útiles. Vuelve a ejecutar el desfragmentador. Termina de instalar los demás programas, aquellos que te parezcan indispensables.

Cuando consideres que tu instalación y configuración de Windows está completa, ejecuta nuevamente el desfragmentador del disco. Te sorprenderás al ver la rapidez con la que funciona tu máquina al haber usado varias veces el desfragmentador.


Ya puedes realizar un respaldo del disco

Recuerda que el disco o partición a respaldar, debe guardarse en una ubicación diferente de sí misma. Ahora utiliza el programa para respaldos que hayas elegido para hacer un respaldo del disco duro (por ejemplo, Norton Ghost). Puedes instalar el programa en la misma partición donde tienes el resto de tus instalaciones, el proceso de respaldo es el que debe ser independiente.

En general, todos esos programas de respaldo funcionan así: en la pantalla principal del programa se selecciona la opción Backup, o Respaldo. Se selecciona la partición a respaldar y la ubicación del respaldo. Cuando termines de configurar la tarea, el ordenador se reiniciará y se hará el respaldo. Ahora, podrás restaurar completamente tu sistema operativo al estado en que funcionaba de manera óptima.

Nota: si después del respaldo instalas algunos programas, éstos desaparecerán al restaurar, ya que el proceso de restauración vuelve a dejar tu disco como lo tenías al momento del respaldo. Este es realmente el beneficio del programa, ya que elimina cualquier archivo que esté afectando al sistema.

El proceso de restauración es similar al de respaldo, selecciona la opción de restaurar, selecciona el respaldo a utilizar y el disco a restaurar y tendrás tu sistema operativo como siempre. También debes crear discos de rescate con tu programa para restaurar el sistema en caso de que un virus o error de programa impida el inicio del sistema.

Ahora ya no tendrás que instalar Windows desde el principio, bastará con restaurar a partir del respaldo que hayas creado. Puedes probar cualquier programa con la tranquilidad de que tu sistema está a salvo.

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